El restaurante abre sus puertas en Mayo de 2002, con el único objetivo de satisfacer a los clientes que nos visitan, a día de hoy, tras una lógica y pausada evolución, seguimos trabajando en esa misma dirección.

Dos generaciones de cocineros, padre e hijo y en consecuencia dos estilos bien definidos de cocina conviven en armonía en un mismo espacio, ejecutando una cocina de marcado carácter local, aprovechando los vínculos que nos unen al entorno y a la característica forma de vida de un municipio como el nuestro.

Alberto, el más joven de los hermanos se ocupa de la sala, gestionando una bodega con numerosas referencias, haciendo hincapié en los vinos de la zona.